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La delimitación entre el delito de homicidio y el delito de lesiones puede llevar en la práctica a problemas de delimitación, especialmente cuando se produce una agresión física intencionada pero de resultado incierto.
Uno de los aspectos a los que hay que prestar atención para realizar la correcta delimitación de estos delitos es la que se refiere al tipo subjetivo y que consiste en discernir si existe dolo de matar o de lesionar cuando se produce una agresión. La jurisprudencia ha identificado una serie de indicios del dolo homicida que puede servir de orientación en estos asuntos.
Habrá que atender a los indicios previos al hecho, como las relaciones entre autor y víctima, personalidades e incidencias producidas previamente.
Los hechos coetáneos como la gravedad de las lesiones, la clase de arma y la naturaleza de la agresión, es decir, la zona del cuerpo en la que se ataca, repetición del ataque etc. también son aspectos que inclinan la calificación de la acción hacia un delito u otro.
Por último, indicios posteriores como la actitud y manifestaciones del agresor también pueden contribuir a la correcta delimitación del delito.
Todos estos elementos, obviamente, son indicios que prueban directamente la existencia de dolo.