La prescripción de los delitos es una causa legal que puede extinguir la responsabilidad penal cuando pasa un tiempo sin que se juzgue el hecho. En esta guía explicamos, con lenguaje sencillo, qué significa, qué plazos marca el Código Penal, desde cuándo se cuentan, cómo se interrumpen y cómo se alegan ante el juzgado. Además, verás ejemplos reales, jurisprudencia y consejos prácticos para no perder tus derechos.
La prescripción es un límite de tiempo. Si la justicia no actúa dentro de ese plazo, el delito prescribe y ya no se puede castigar. Esta regla protege la seguridad jurídica, evita procesos eternos y obliga a investigar con diligencia. Según el artículo 130.1.6ª del Código Penal, la responsabilidad criminal se extingue por prescripción, y los artículos 131 y 132 del propio Código detallan los plazos y su cómputo.
Importa distinguir entre prescripción del delito (impide castigar) y prescripción de la pena (cuando ya hay sentencia y pasa un tiempo sin ejecutarla). En este artículo nos centramos en la primera.
Los plazos dependen de la pena máxima que pueda imponerse al delito. A grandes rasgos: a más pena, mayor plazo de prescripción. Para delitos leves el plazo es menor; para delitos graves, el plazo aumenta. Por ejemplo, algunas estafas menos graves suelen prescribir en cinco años, mientras que delitos más graves tienen plazos de diez o más años. Consulta siempre la pena concreta prevista para el tipo penal aplicable.
La jurisprudencia recuerda que, si la paralización del procedimiento no es culpa de la víctima, no puede perjudicarle, y hay que estudiar bien si se interrumpió la prescripción con actuaciones procesales válidas. Se interpreta con prudencia para equilibrar justicia y seguridad jurídica.
La regla general es que el plazo empieza el día en que se comete el delito. Sin embargo, hay supuestos especiales:
• En delitos continuados, el plazo suele contar desde el último acto delictivo.
• En casos con víctimas menores, el cómputo puede empezar desde que alcanzan la mayoría de edad.
• En delitos de resultado tardío o de difícil detección, se analiza el momento en que se conocieron los hechos.
Un error en el cómputo puede hacer perder una defensa válida o cerrar antes de tiempo la vía penal. Por eso conviene revisar el expediente y el tipo penal exacto con ayuda profesional.
La prescripción se interrumpe cuando el juzgado realiza actos de impulso procesal contra una persona concreta (por ejemplo, admitir querella, dictar resolución que dirija el procedimiento o practicar diligencias que le afecten). Tras un acto válido, el plazo vuelve a contarse desde cero. Largas fases de inactividad sin actos útiles pueden llevar a que el delito prescriba si se supera el tiempo legal.
Estafa menos grave: con pena de uno a cuatro años, el plazo suele ser cinco años. Si transcurre ese tiempo sin actos interruptivos, puede declararse la prescripción.
Delito leve de usurpación: al ser leve, el plazo es menor. Un procedimiento paralizado puede llevar a su archivo por prescripción.
Delitos contra menores: el plazo se cuenta desde la mayoría de edad de la víctima, protegiendo su derecho a denunciar sin presiones.
SAP Madrid 2020: estableció que no procede extradición cuando la acción penal está prescrita en España.
A veces se confunden. La prescripción depende del tiempo transcurrido y puede interrumpirse con actuaciones judiciales. La caducidad, en cambio, no admite interrupciones: si pasa el plazo, se extingue el derecho sin posibilidad de recuperarlo. En materia penal hablamos casi siempre de prescripción, pero conviene aclarar la diferencia.
Para alegarla, reúne toda la documentación del caso: fecha de los hechos, denuncias, autos judiciales, citaciones, periodos de inactividad. Presenta un escrito con cronología clara y fundamento legal. Si el juzgado acepta el argumento, archivará la causa. Si no, podrás recurrir.
• Confiar en cálculos aproximados en lugar de fechas exactas.
• Olvidar aplicar la norma vigente al momento de los hechos.
• No considerar actos interruptivos válidos.
• Pasar por alto reglas especiales en menores o delitos continuados.
¿Prescriben los delitos de violencia de género?
Sí, salvo que estén calificados como muy graves. El plazo depende de la pena máxima prevista.
¿Qué pasa si el juez no aprecia la prescripción?
Se puede recurrir en apelación o casación, siempre dentro de los plazos legales. El tribunal superior revisará si el cómputo fue correcto.
¿Cuál es la diferencia con el indulto?
La prescripción se basa en el paso del tiempo. El indulto es un perdón individual concedido por el Gobierno, no automático.
La prescripción puede cambiar el rumbo del caso. Si eres investigado, puede ser tu defensa principal; si eres víctima, debes actuar con rapidez para que no se extinga la acción. Ante cualquier duda, habla con nuestros abogados especializados en derecho penal.